En cada ciudad, hay ciertos lugares tan cambiantes que uno nunca los llega a conocer lo suficiente.
Claro está que los museos (refugio cooltureta de pro), por su propia naturaleza, forman parte de esta lista de visitas obligadas cada cierto tiempo porque, se trate de exposiciones temporales o no, cada obra ofrece tantas caras como miradas las observan.
Mount Sainte-Victoire, Paul Cézanne, c. 1904 Parte de la exposición Cézanne Site/Non-site en el Museo Thyssen-Bornemisza. |